El 7 de Diciembre de 1864 la detención de un diputado de apellido Rosales ocasionó una rebelión en contra de las autoridades máximas del departamento y del gobierno central. Liderados por los coroneles: Barahona, Zavala, y Antúnez más de mil rebeldes marcharon con rumbo a Tegucigalpa en 1865. Ante esta situación el entonces presidente de la república, General José María Medina, organizó una expedición militar y se puso al frente de ésta, para contrarrestar a los rebeldes. Al final del enfrentamiento, Medina y sus hombres se impusieron sobre los sublevados, capturando a los cabecillas a quienes fusiló, decapitó y enterró. Varios de los pueblos y aldeas del Departamentos de Olancho Honduras fueron quemados junto con sus habitantes y muchos de los rebeldes, fueron fusilados y asesinados en combate. Después de este hecho; hubo muchas deportaciones y un éxodo masivo de olanchanos hacia otras partes del país dejando al Departamento de Olancho con una población disminuida. Manto perdió su título de cabecera departamental, la cual fue trasladada a Juticalpa. Tres años más tarde, en 1868 el mozo Serapio Romero, conocido como Cinchonero, se levantó en Juticalpa junto a un grupo de hombres; en contra del mayor de la plaza: Nazario Garay. Ambos hombres sostuvieron un duelo a machetazos, terminando vencedor Serapio Romero. Luego, desafiando al gobierno central, el 'Cinchonero' desenterró las cabezas de los coroneles Barahona, Antúnez y Zavala y les rindió un homenaje póstumo. A esta nueva rebelión, el gobierno respondió enviando un contingente militar, quienes terminaron venciendo, capturando y decapitando a Serapio Romero. Después de esto hechos sangrientos, Olancho pasó a ser un departamento casi despoblado y por ende, tranquilo.
Fuente: Registro Nacional de las Personas, 8 de abril del 2018, https://es.wikipedia.org/wiki/Departamento_de_Olancho_(Honduras)
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